Agujas doradas es una novela escrita por Michael McDowell. Publicada originalmente en 1980, ahora podemos conseguirla en español, editada por La Bestia Equilátera a mediados del 2021.
Sinopsis de Agujas doradas
Bienvenidos al Triángulo Negro de la ciudad de Nueva York, el decadente reino de los fumaderos de opio, la lucha libre femenina, los garitos ruinosos, los coloridos burdeles, los abortos clandestinos, el crimen y la miseria. La emperatriz de este desapacible lugar es la temible Black Lena Shanks, quien, junto a su familia, lidera un clan de delincuentes, una pandilla de mujeres expertas en el arte de la crueldad.
A unos pocos metros de distancia, en el elegante vecindario de Gramercy Park y Washington Square, el despiadado juez James Stallworth inicia una cruzada para aplastar el imperio de Black Lena, condenando a muerte a varios de los Shanks. ¿Podrá la riqueza y el poder de los Stallworth imponerse a la diabólica revancha que planea Black Lena?
Reseña
Llegué a esta novela inmediatamente después de leer Los Elementales (también reseñada en esta web). Entonces, ya venía simpatizando con McDowell. Pero también sabía que en Agujas doradas no había nada sobrenatural y que, en general, era bastante diferente a la otra. Así las cosas, regulé mis expectativas y encaré la lectura sin esperar que fuera mejor que Los Elementales.
El conflicto comienza cuando el veterano juez James Stallworth quiere que su yerno, el abogado Duncan Phair, inicie su carrera política. Para ello, y acompañando al periodista de un diario republicano, comienzan una serie de investigaciones en el llamado Triángulo Negro, la parte más marginal de la ciudad, en donde reina la delincuencia y la depravación. La idea es hacer hincapié en que ese caos es responsabilidad de los demócratas.
Luego de varios allanamientos y arrestos en la zona, motivados por las sucesivas notas que el diario publica, llegarán hasta la familia Shanks.
Los Stallworth y los Shanks ya se conocían desde mucho antes. Y, con este nuevo y casual cruce, saldrán a la luz los asuntos pendientes.
El libro se divide en dos partes y un epílogo. La primera parte tiene 220 páginas. Hay más bien poca acción, y McDowell se ocupa de que conozcamos a los personajes y los motivos que harán interesante la novela más adelante. Cuando llegamos a la segunda parte ya conocemos por qué los Shanks odian a los Stallworth. Acá sí hay acción y somos testigos de la inteligencia de Lena Shanks, que con paciencia va cocinando una venganza implacable… y sangrienta.
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Agujas doradas: una historia dramática
A diferencia de Los Elementales, acá no vamos a encontrar horror en sí, ni tampoco escenas o personajes extravagantes. Casi se podría decir que es otro McDowell. Agujas doradas es más bien un drama social y judicial, en el que el autor muestra distintas corrupciones.
Vemos cómo la familia Stallworth hace uso del Poder Judicial y de los medios de comunicación para fines partidarios. Lejos de buscar una verdadera justicia o mantener informada a la población, lo que se busca es ensuciar al adversario para enaltecer a los republicanos.
Por el lado social, observamos que los bandos protagonistas de Agujas doradas representan los límites extremos de la lucha de clases: por un lado, tenemos a los pobres, que en su mayoría son negros, prostitutas, adictos y delincuentes; por el otro, a los blancos, que son cultos, adinerados y trabajan en el Poder Judicial.
Y vemos las miserias que anidan en esos extremos socioeconómicos: en la parte pobre tenemos robos, fumadores de opio, venta y reventa de mercancías robadas, abortos clandestinos y todo tipo de negocios turbios. Mientras que en la parte “bien” nos encontramos con reiteradas muestras de racismo, machismo, xenofobia, hipocresía y frivolidad. Como bien marca el autor en un momento: “La infamia moral en la alta sociedad era al menos tan interesante como la corrupción en los bajos fondos”.
McDowell para todos
El éxito de Los Elementales fue tal que, cuando La Bestia Equilátera lanzó la preventa de Agujas doradas, al poco tiempo tuvo que mandar a imprimir más ejemplares.
La editorial anunció que la traductora de estas dos novelas ya se encuentra trabajando en la traducción de otra obra de McDowell: Katie. De esta manera, en un futuro supongo que no muy lejano, La Bestia Equilátera contará en su catálogo con tres novelas de este genial escritor.
Es para celebrar y valorar (y agradecer) que una editorial traiga a nuestro idioma a un autor tan relevante y, a la vez, tan olvidado.
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Sobre el autor
Michael McDowell nació en 1950 en Estados Unidos. Se graduó con honores en Harvard y, en 1978, se doctoró en Literatura Inglesa y Norteamericana en la Universidad Brandeis.
Por el momento, de este autor podemos encontrar en español Los Elementales y Agujas doradas, ambas novelas publicadas por la editorial La Bestia Equilátera.
McDowell coleccionaba memorabilia de la muerte: ataúdes de niños, fotos de cadáveres, lápidas, cartas de condolencias, etc.
Murió en 1999 a causa de una enfermedad asociada al VIH.
Oriundo de Ezeiza, nació en 1990 y es profesor en Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Se desempeña en escuelas de nivel secundario, tanto con adolescentes como con adultos. Recibió menciones especiales y de honor en varios concursos literarios, y participó con cuentos en distintas antologías. Es bibliómano, bibliófilo y todo eso.
