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Análisis sobre el miedo

La práctica del temor se hizo evidente en la transmisión oral, en el boca en boca. Se practicó en la antigüedad y significa desde entonces la advertencia. Entiendo que esta situación será siempre inamovible. Las personas cuidan a sus familias y es ahí en dónde el relato de terror brilla por sus excelencias. Es que el relato de terror funciona fundamentalmente como una advertencia. Sabría ser en gran parte advertencia. Una señalización.

Nuestras sociedades vienen cultivando terreno fértil para las bases que fundamentan el temor. Los miedos con origen social son habituales. Diría que necesarios. Y la indiferencia es el comportamiento estrella en este desarrollo. Somos cómplices de esta manera y permitimos que lo individual sea la primer vulnerabilidad. Cabe preguntarnos por qué no nos importa el otro. Sería como abandonar a ese otro en un mundo similar a este.

También es bueno criticar y reconocerse en un sistema del miedo y esto mismo no nos tiene que incomodar siquiera porque sabemos bien que la diferencia entre la verdad y la mentira es la falta de información. Tenemos también muy buenos ejemplos: miedo a no ser aceptado, miedo a no tomar las decisiones correctas, miedo a no llegar a fin de mes, miedo a no poder pagar la hipoteca, miedo a no cumplir con los objetivos, miedo a esto, miedo a lo otro.
El engranaje principal queda descubierto cuando nos presentan la posible solución. Entonces es notable, e interesante, ver cómo nos rendimos y nos entregamos a quién nos trae esta solución. Una de las claves fundamentales para entender cómo es que funcionan los miedos impuestos.

Muchas veces (la gran mayoría) el causante de este terror es el mismo que después promueve aquella posible solución. Necesitamos saber que no siempre existe la respuesta. No nos tenemos que dejar a la deriva porque de esa es el primer paso para que el miedo aparezca. Y no puedo evitar decir que estamos acostumbrados a eso. Casi funcionamos así. Ojalá hubiésemos podido darnos cuenta. Porque entonces habríamos tenido oportunidades diferentes. Pero cabe preguntarnos cómo es que hacemos para sobrevivir en un mundo hostigado en el que nos bombardean con ideas como: divide y vencerás, debo ganar. Ni hablar del concepto: entre nosotros no existe más que aire. Y me pregunto por qué en los medios no se enseña la búsqueda interior; ésta es una muy buena pregunta como para saber en dónde es que estamos parados.

El miedo a la muerte es la desesperación y la incertidumbre por excelencia y es lamentable saber que este sentimiento nace de la falta de información. ¿Cuándo se nos enseña qué es la muerte? Nunca. Y es penoso recordar que sí nos profesan que lo material es siempre lo único. Lo significativo.

Esto no ocurre por azar, sucede por diseño. Pero ese es otro tema también profundo en el que sería bueno ahondar un poco más.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Interesante el artículo. Es interesante pensar al miedo como una parte de nosotros. Me recuerda a ese diálogo de Canción de hielo y Fuego de George Martin:
    “– ¿Un hombre puede ser valiente cuando tiene miedo? – oyó que preguntaba su voz, tenue y lejana.
    – El el único momento en que puede ser valiente, Bran – le respondió la voz de su padre.”

    ― George R.R. Martin, Canciónd e Hielo y Fuego. Juego de tronos, Libro 1

    1. Cristian

      Sebastián, leerte es más que agradable. Que mi pensamiento te recuerde a George R. R. Martin me deja sin palabras. Aunque insisto en lo interesante que resulta nuestra dependencia a las órbitas del miedo. Te mando un gran saludo, y espero leerte más seguido.

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