Primera parte: Una criatura horrenda

En 1818, Mary Shelley, quien no necesita presentación, publica uno de los pilares fundamentales no solo del género de terror en general, sino de la literatura moderna tal como la conocemos: Frankenstein o el moderno Prometeo. La importancia de esta novela radica en dos cuestiones fundamentales: Por un lado, la composición del antagonista, el monstruo sin nombre, o como lo catalogara Stephen King, “El horror sin nombre”,…

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