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Weird Western, Palomas del infierno

CONTRATAPA

Un grupo muy selecto de escritores norteamericanos ha logrado combinar con éxito la fantasía, el terror y la temática sureña. Robert Howard es, junto con Ambrose Bierce, Mandy Wade Wellman y Joe R. Lansdale, uno de esos pocos maestros. Su imaginación pobló las polvorientas llanuras de su terruño texano con horrores y leyendas que se remontan a la era de los conquistadores españoles y de los pobladores nativos.

 


RESEÑA

Lo primero que vamos a destacar de esta lectura es el buen gusto de la editorial por la selección de los cuentos y por las ilustraciones que lo acompañan. Sebastián Cabrol, el ilustrador, hizo de este ejemplar un libro objeto, algo coleccionable. Los detalles que tienen sus ilustraciones son impecables, se nota que conoce la época y no se pasa en nada, una verdadera joyita.

Debemos reconocer que de Howard solo conocíamos las historias de Conan, ¿recuerdan al famoso Cimmerio? Al encontrarnos con estos relatos la verdad nos sorprendió para bien. Por suerte, al iniciar cada lectura, nos presentan el título y el año en el que fue escrito; antes de subirte a un caballo desbocado para ir a buscar al sherrif hay que ubicarse en el tiempo, y ese detalle, por más simple que parezca, es acertado por la editorial.

Pictus seleccionó cuatro cuentos de Robert Howard, el primero que nos encontramos es el que lleva parte del nombre de la obra: «Palomas del infierno», escrito en 1938, este es el más extenso pero no por eso el menos llevadero. Dividido en capítulos, nos encontramos con dos hombres que cuando llega la noche se meten en una casa abandonada para dormir y así, al otro día, poder seguir su marcha. Al parecer en la casa habita el mal, y ahí está el problema: idas y vueltas muy bien llevadas hacen de esta nouvelle una historia buena y recordable de Howard.

«Los muertos recuerdan», escrito en 1936, es una historia donde un vaquero le cuenta a otro por medio de cartas, las atrocidades que había hecho “por culpa del alcohol”, el personaje, sumido en una gran culpa, le detalla que no solo son lamentes, sino que carga con algo más que eso: una maldición.

Los muertos recuerdan

«El corazón del viejo Garfield», escrito en 1933, es el cuento más fantástico, o sobrenatural que leímos en la antología. Tal cual nos adelanta el título, el corazón del viejo Garfield es la pepita de oro de la historia: la inmortalidad late dentro del pecho del personaje, pero… ¿qué costo tiene eso para los demás?

El cierre es un broche de oro, «El horror del túmulo», escrito en 1938, es una historia sobre vampiros y vaqueros. Weird Western: es su máxima excelencia. Si hay indios que conocen las maldiciones de sus antepasados, es mejor hacerle caso, sino, podrían descubrir lo que Steve Bril desenterró del antiguo túmulo.

Al terminar el libro nos dimos cuenta de que nos falta leer muchísimos clásicos de terror, y eso que hemos entrado en varias antologías de este estilo. Lo lindo es poder encontrar semejantes historias traducidas y agrupadas para que se transformen en este tipo de libros. Esperamos encontrar más compendios de Howard de esta temática un tanto oscura y fantástica.




BIOGRAFÍA DEL AUTOR

Robert Howard

Robert Ervin Howard nació en Peaster, Texas (Estados Unidos) el 22 de enero de 1906. De inclinación intelectual desde su niñez, siempre deseó ser escritor de historias de aventuras. Debido a su delicada salud, también fue un gran cultor de la gimnasia y llegó a ser un boxeador fornido, pero introvertido y huraño. Destinaba la totalidad de su tiempo a la lectura de libros de historia, lo que le granjeó una notable erudición que utilizó en sus obras literarias.
A los dieciocho años vendió su primer relato, “La lanza y la espada”, a la revista de ficción popular Weird Tales, en la cual terminó publicando la mayor parte de su obra. Para el año 1934 Howard ya se había transformado en el principal autor de la revista. En ella, Howard dio a conocer una vasta galería de héroes de ficción: Kull el Conquistador, rey de la Atlántida; el aventurero puritano Solomon Kane; el boxeador Steve Costigan; el jefe picto Bran Mak Morn; y la guerrera Sonia la Roja, entre muchos otros. Pero su personaje más conocido de todos fue Conan el cimerio, cuya primera aparición sucedió en el relato “El Fénix en la espada”, publicado en diciembre de 1932.
Howard fue coetáneo de autores como Howard P. Lovecraft y Clark Ashton Smith, quienes de alguna manera influyeron en su obra y también tomaron ideas que luego desarrollaron a partir de la obra de Howard.
Se suicidó el 11 de junio de 1936. Sus obras nunca habían sido publicadas en forma de libro hasta ese entonces.

 

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