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La sombra en el reflejo, de Alejandro Baravalle

La sombra en el reflejo es un libro de cuentos de Alejandro Baravalle, publicado por la editorial Bucanera.

Contratapa de La sombra en el reflejo

A este conjunto de cuentos donde el sonido de las palabras diluye en un éxtasis el sentido de un libro, donde las anomalías resultan convivibles, donde los sueños son una enfermedad y donde la enfermedad puede tener vida, donde hay una piel de ojo, donde el hambre no tiene límites, donde lo cotidiano vira de golpe a lo impensado, le sienta muy bien el título La sombra en el reflejo. No importa si el tiempo en el que viven los personajes es un presente actual o extemporáneo, cualquiera sea deriva perfectamente en el terror. Que ese terror sea clásico o algo que va más allá del clásico es lo de menos: cada historia trae un clima muy oscuro, y a medida que progresa, aunque parezca imposible, va en un in crescendo; los personajes ni se dan cuenta de que la irracionalidad los está tragando. Y una vez arribados al sitio del no retorno siguen adelante con una naturalidad que deja sin aire al lector. Podría decir que este libro huele mal y, aunque sería un punto de vista de lectora, creo no equivocarme.

Si hay algo que aprovecha al máximo Alejandro Baravalle es el repertorio de manipulaciones previstas para el género. La atmósfera es lo más importante, dice H. P. Lovecraft; yo digo que si hay algo que no le falta a este libro es atmósfera.

Claudia Cortalezzi

La sombra en el reflejo

Reseña

“—La copa se movió, Pablo, yo la vi.

Semanas después, el que se movía era Marito. Aunque, más que moverse, pendulaba. Los vecinos que contemplaron la escena aún recordarán las raquíticas piernas en el aire, la soga anudada al árbol, el cuello de Marito anudado a la soga”.

Así comienza el primer cuento de esta antología. Ya si de entrada nos encontramos con un nene ahorcado, en un vaivén inerte, nos podemos ir imaginando que Baravalle no escatimará en escenas lúgubres.

Con una prosa muy cuidada, el autor nos sumerge en diez historias repletas de monstruos y maldades. Vamos a encontrar bichos con formas raras, demonios, hombres lobo, hechiceros, vampiros y… personas.

El autor sabe utilizar el humor cuando corresponde. Un humor muy fino y bien ubicado, en dosis justas, que nos sacan alguna sonrisa entre desgracia y desgracia.

Todos los relatos enganchan apenas uno empieza a leerlos, y mantienen la tensión durante el transcurso de la historia. Pero lo que más destaco son los finales. Los últimos renglones de cada cuento son un golpe a la previsibilidad del lector. Y eso siempre se agradece.

En casi todos los relatos hay algún elemento sobrenatural. Y, en los que no, alguna persona común y corriente se encarga de exteriorizar su lado más salvaje.

Son temas recurrentes la muerte de la madre de alguno de los personajes, como así también el recuerdo de la niñez. En más de la mitad de los cuentos, la infancia es parte fundamental de la trama, ya sea como un pasado difícil de dejar atrás o como un presente misterioso.

Estructura de La sombra en el reflejo

El libro tiene 140 páginas y consta de diez cuentos, que están divididos en tres partes: Los que acuden, Las criaturas y Lo que llama.

En las tres historias de la primera parte vamos a encontrar un llamado (ya sea una intuición, un impulso o una petición concreta) que cambia la vida de los personajes para siempre.

La segunda parte se caracteriza por estar formada por cuentos breves (entre 4 y 5 páginas cada uno). Pero la gran virtud que reconozco acá son los desenlaces. Si bien ya lo mencioné antes, creo que es en esta segunda parte en donde más se lucen los finales. Uno cree que va a terminar todo de manera más o menos previsible, pero Baravalle le da una vuelta de tuerca a las cosas para que nada sea como uno se lo veía venir.

En tanto, en la tercera parte va a haber protagonistas con cierto interés por ver a una determinada persona (ya sea un amigo o una chica que les gusta), un misterio que rodea a dicha persona y una curiosidad que hace que los protagonistas se arriesguen para ver qué onda.

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Destacados

Prácticamente todos los cuentos me gustaron, por lo que me es difícil elegir algunos. A fin de utilizarlos como excusa para resaltar otras cosas, voy a centrarme en tres de ellos, uno de cada parte.

En El llamado nos encontramos con que, luego de la muerte de su madre, el protagonista decide regresar a la casa en la que creció. Sin embargo, al llegar al barrio, no siente tentación por entrar en dicho domicilio, sino que un impulso lo lleva hacia la esquina…

En este cuento el autor se vale de la memoria del personaje principal para administrar la información que nos va dando: a medida que el protagonista recuerda ciertos hechos, tanto él como nosotros nos vamos enterando de lo que sucede.

Hambre empieza así: Lucas tiene mucha hambre y su mamá está enojadísima por otra cosa, frente a una fogata.

Es un cuento supersencillo: una situación muy concreta, un drama muy real y una cólera muy humana que, en pocas páginas, dan un buen resultado. Sin irse por las ramas en argumentos y justificaciones, que estarían muy de más, Baravalle nos narra una pequeña historia protagonizada por madre e hijo.

Mi favorito fue Un asunto pestilente. El protagonista debe hacer unos trámites y, de paso, decide visitar a un amigo que hace tiempo que no ve. Al llegar, nadie lo atiende. El vecino le dice que el dueño de casa no sale desde hace un mes…

Es un terror bastante visual, en el que uno puede ver la mugre que se nos cuenta. Si bien en otros relatos se hace alusión a un hedor dulce y putrefacto, es acá en donde tal inmundicia toma más… forma. Pero es mi favorito porque juega con la imaginación, con las distintas posibilidades y con consideraciones acerca de la realidad.

El terror y la oscuridad en La sombra en el reflejo

Como mencioné antes, el autor utiliza bien el humor. Schopenhauer dijo que el humor consiste en colocar una cosa en donde no va. Siguiendo esa línea, me atrevo a decir que sucede algo similar con el terror: a lo largo de La sombra en el reflejo, los sucesivos protagonistas van a hacer cosas que no deberían hacer (como entrar a una casa que no es propia, mirar a través de un intersticio o jugar al juego de la copa), se van a topar con criaturas que no deberían existir (como un licántropo o formas extrañas) y van a sufrir consecuencias que no deberían estar reservadas para nadie (como muertes violentas, trances eternos o posesiones demoníacas). Ya en el prefacio, el propio autor se encarga de hablar de un simple libro que aparece en un lugar en el que no debería estar, señalando que esa circunstancia es monstruosa.

Es monstruoso aquello que escapa a la lógica, a una explicación racional. Son monstruosos los grandes misterios de la existencia: la vida y la muerte. La nada de la que venimos y la nada hacia la que vamos. Y así como podemos decir que la vida es un lapso entre dos negruras absolutas, La sombra en el reflejo también transcurre entre dos oscuridades. Tanto el primer cuento como el último giran en torno a la promesa de la muerte, a la tentación del descanso y a la ilusión de la nada.

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La sombras, reflejos y referencias

El Creep que aparece en la portada estuvo a cargo de Facundo Quiroga, mientras que el comic que puede verse de fondo, en amarillo, no es otro que Creepshow, concretamente la tercera historia (Something to tide you over, traducida como La inexorable venganza del mar) de la película de 1982.

Además de este guiño a Stephen King y a George Romero, al inicio de las partes uno y dos vamos a encontrar referencias a Clive Barker y a David Cronenberg.

Para completar, en la foto que acompaña a la biografía del autor en la solapa, lo vemos al lado de un cuadro de El exorcista (película de la cual hay una mención en un cuento).

Al autor, más allá de escribir terror, le gusta el terror, y se nota. No tengo dudas de que cualquier adepto al género va a disfrutar las historias de La sombra en el reflejo.

Sobre el autor

Alejandro Baravalle nació un Sábado Santo de 1981, sin otro don —nadie esperaba más— que su patológica inclinación al terror y al fantástico. Estudió incontables carreras, todas muy alejadas de la literatura —ejemplos más extremos: Licenciatura en Letras, Profesorado en Lengua y Literatura—. Pese a las tentaciones del sentido común y la madurez, salió indemne de todo título. Aun así, dio clases en la escuela secundaria.

En 2016 le editaron en España el libro Utopía (y otros encierros oscuros). En 2020, en Argentina, apareció su segunda colección de cuentos: El sueño del amor engendra monstruos. Participó en antologías y publicó en revistas web. Hoy tiene su propio taller de escritura y canal de YouTube: El sur, taller literario. Esta actividad le resulta casi tan grata como la de escribir.

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