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La nueva forma de asustar: Terror 2.0

Si algo tiene de bueno la escritura es que se reinventa con el paso del tiempo, y para hablar de eso juntamos a un grupo de personas que saben evolucionar en lo que es el terror 2.0.

En esta entrega les vamos a presentar a Mauro Croche, Daniela Anselmo, Manuel Villeda, Franco Vega y Esteban Dilo. A continuación podrán leer algunas de las respuestas que no dieron para armar esta nota que quedó completísima. 

Si los quieren seguir en sus cuentas más activas, debajo de cada entrevista van a tener los enlaces de las mismas.

¡Esperamos que lo disfruten!

Arrancamos la nota con el gran Mauro Croche que publicó hace muy poco su nuevo libro Las crónicas sobrenaturales de Milena Crow (junto con la escritora mexicana Valky) que lo pueden conseguir en toda latino américa; pero, más allá de sus cuentos largos y sus novelas, él se encarga de generar diversos contenidos en lo que es la materia cibernética. Veamos:

¿Cómo fue que empezaste a escribir micro ficción de terror?

Fue un proceso natural, que se dio por el tema de las redes sociales. Cuando empecé a publicar en un blog, me di cuenta de que los relatos largos no se leían mucho, en cambio los más cortos tenían mucho más “éxito” (en el sentido de que a los lectores les resultaba más interesante). Luego, cuando me pasé a las redes sociales, la tendencia se acentuó todavía más, ya que nadie está dispuesto a leer más de quinientas palabras en Facebook (y mucho menos en Instagram). El siguiente paso era pasar al micro relato, pero es un género arduo, que a mí me cuesta mucho y disfruto poco, ya que prefiero las ficciones largas e incluso la novela por sobre el cuento. Afortunadamente, muchos de estos micro cuentos se hicieron virales, a tal punto que cada tanto veo alguno de ellos en sitios webs totalmente ajenos a mí.

Tus historias de whatsapp te posicionaron en lo más alto del terror 2.0. ¿Cómo empezó este camino?

Un poco por lo que venía contando antes, por una búsqueda de un lector de las redes sociales, un lector 2.0. Me gusta mucho que me lean muchos lectores, y me desanima un poco cuando algún relato mío tiene poca repercusión o comentarios. Será que durante mucho tiempo escribí para mí mismo, sin mostrar mis trabajos a nadie, y de alguna forma no quiero volver a esa etapa, que por otro lado fue absolutamente necesaria. Cuando publiqué el primer relato de whatsapp, vi que tenía una viralidad increíble y ahí me di cuenta de que estaba frente a algo nuevo que movía las fibras del lector 2.0. Fue cuestión de seguir ese camino, que al principio tuvo muchas críticas y ataques por parte de los lectores más “conservadores”, pero que por suerte nunca me hicieron desviarme de mis convicciones.

¿Influyen los límites a la hora de crear?

Al principio sí, bastante, sobre todo porque en un primer momento muchos creían que eran chats “verdaderos”, y entonces se generaba una discusión cuando veían algún tilde raro, o un error en la hora, ahí me acusaban de que todo era falso, ¡claro que era falso, ya que era ficción! Luego, cuando muchos entendieron que era un juego, los límites se corrieron, ya no era necesario respetar cada norma, incluso al final terminé escribiendo sobre un chat entre un demonio y una chica, y ninguno de mis lectores puso objeciones a esto. Considero que la clave es la verosimilitud en los diálogos, que suenen naturales y no forzados, una vez que se logra esto, se puede contar casi cualquier tipo de historia.

¿Creés que hay público para esta forma de ficción?

Claro que lo hay, prueba de ello es mi página, y muchas otras que tienen muchos lectores, como “Los cuentos del Señor Bigotes”, o la página de Manuel Villeda. También existen aplicaciones de Chat Stories, como Leemur en castellano, u otras en idioma inglés, que deben ser cuatro o cinco. Sería interesante ver si se puede trasladar este tipo de ficción al libro de papel, yo sé que hubo experimentos al respecto, hay un escritor español llamado Javier Ruescas que publicó “Pulsaciones” (un libro básicamente de chat) y tuvo mucho éxito, aunque luego no se volvió a ver algo así, por motivos que ignoro.

Otra faceta tuya es el guion y los cortos, ¿veremos otro aporte tuyo en Voces Anónimas?

Con Voces Anónimas, y más concretamente con su creador, Guillermo Lockhart, tenemos muchos proyectos en común, los más cercanos son el guión de una nueva película (que terminamos hace poco), y una novela que seguimos escribiendo y que seguramente será publicada el año que viene. Luego hay muchas más cosas, pero hasta el momento éstos son los confirmados. Ojalá que se dé la mitad de las cosas que proyectamos, porque con eso tendremos trabajo durante los siguientes cinco años más o menos!

¿Nos podés contar algún proyecto que esté en camino o en un futuro próximo?

Hay varios, de todos los colores. Además del libro con Guillermo Lockart que mencioné, también estoy creando un cómic junto con el dibujante Martín Rocha, que esperamos que se publique muy pronto. Y es posible que se venga una segunda parte de la novela que publiqué con Valky, “Las crónicas sobrenaturales de Milena Crow”. Lo importante es seguir siempre avanzando, y que los proyectos sigan viniendo de a muchos. Después, si tengo o no tiempo para dormir… bueno, eso es otro tema. Muchas gracias por considerarme para la entrevista!

Mauro Croche
Mauro Croche

Ahora le presentamos a una escritora que hoy en día tiene más de 200.000 seguidores en instagram y que con sus cuentos cortos está enamorando los corazoenes oscuros de los lectores. Con ustedes, Daniela Anselmo:

¿Cómo fue que empezaste a escribir microficción de terror?

Cuando finalmente me decidí a mostrar mis historias en internet (que ya de por sí fue un asunto interno complicado porque pensaba que a nadie le iban a gustar), quería que parte de lo que publicara fuera corto, como pequeños mundos en encapsulados, y me fascinaba la naturaleza del microrrelato. Con el paso del tiempo, vi que era la manera más eficiente de promover mi trabajo. A la gente le gustaba que fuera breve y yo, por mi parte, descubrí que tengo una gran capacidad de síntesis.

Respecto al terror, fue un proceso completamente natural, me surgió de adentro. Al principio no tenía un género definido. Escribía cosas más “ingenuas”, por así decirlo. Pero no me hallaba del todo en esos relatos. Me di cuenta que aquellos que me causaban más satisfacción, eran los más oscuros y me fui volcando hacia ese lado.

¿Qué nos podés contar sobre Breves Relatos sobre Hechos No Ocurridos?

Ay, mi primer y (no por mucho más tiempo) único libro. Le tengo tanto cariño. Son 27 relatos de fantasía oscura ubicados en diferentes épocas y sitios, todos entrelazados entre sí. Fue tan difícil hacer que este pequeño viese la luz. Las editoriales con las que me comuniqué no tuvieron confianza en mí, por lo que me autopubliqué. Por un lado, fue maravilloso porque se vendieron montones de copias, se reimprimió una y otra vez y a la gente le encantó. Los mensajes y reseñas que hicieron del libro me llenaron el corazón. Nunca me sentí más orgullosa. Pero por otro lado, francamente, fue terrible. Es la parte que no se ve. Manejar la logística de miles de libros no es algo sencillo para alguien que no tiene los medios. Es desgastante y frustrante. Horas en el correo todos los días durante meses llevando cajas pesadas, muchos paquetes ni siquiera llegaron a destino por la ineficiencia del servicio de mensajería, la gente con justa razón se enojaba conmigo, los precios del correo aumentaban constantemente. Actualmente el libro está agotado y no se reimprimirá por decisión propia. Si bien pienso que todo realmente valió la pena, creo que es la mejor decisión hasta que algún día alguna editorial quiera trabajar conmigo.

En lo corto está la precisión, pero también los límites: ¿cómo se prepara una historia que entre en una sola imagen?

El impacto tiene que estar en la vuelta del final o en la idea en sí. No hay tiempo para algo tibio, no hay tiempo para rellenos. No se pueden contar historias chatas porque, al ser cortas, no las podés salvar con buenos personajes o un buen desarrollo de escenas. La idea lo es todo. Se torna complicado la mayoría de las veces, porque uno quisiera desarrollar más los sucesos, los personajes, los diálogos y las emociones, así es como se suele llegar al lector. Pero también es un buen ejercicio para la creatividad, siempre crear mundos nuevos y encontrarle la belleza a la brevedad cuidando con minuciosidad cada palabra. Muchas veces los lectores me dicen que se quedan con ganas de saber más y eso significa que hice algo bien.

Creás historias en un formato parecido a los cortometrajes ¿Quién es el ilustrador y cómo es ese proceso? ¿Cambia a comparación de lo que veníamos hablando antes?

Trabajé con varios dibujantes. Pero quienes colaboran fijamente conmigo son mi hermano Mariano Anselmo y mi buena amiga Karla Hernández. Después, la edición, que es donde sucede la magia, la hace mi novio Luis Cuman Battista. Son maravillosos, la verdad envidio en el mejor de los sentidos su talento. Mi proceso es bastante similar al de siempre y me mantengo firme en que por más que los demás sean buenos en lo que hacen, si la historia es mala, no hay manera de salvarla. En general lo que hago es elegir un mircorrelato que me parezca bien visual y le digo a los dibujantes cuáles son los “planos” que quiero que hagan, quizá les envío alguna referencia estética, pero ellos ponen el resto. Después grabo la narración y se busca la música. Y, finalmente, Cuman mezcla todos los ingredientes y hace que cobren vida.

¿Nos podés contar algún proyecto que esté en camino o en un futuro próximo?

No quisiera adelantarme demasiado porque apenas está en una instancia muy inicial, pero estoy trabajando en una novela de terror y fantasía oscura sobre un homicida del siglo XIX, un personaje al que estoy segura que todos le vamos a tomar mucho cariño. Por otro lado, también estamos trabajando para convertir algunos relatos en cortometrajes. Muchas cosas buenas vienen por delante.

Si hablamos de microficción y relatos cortos no podíamos dejar afuera a los flamantes Esteban Dilo y Franco Vega, que en conjunto crearon #MórbidoArgento y que a día de hoy están conquistando un gran nicho de lectores:

¿Cómo fue que empezaste a escribir micro ficción de terror?

Creo que acá los errores hablan más de eso. Comencé subiendo historias largas, de varias páginas (o imágenes si hablamos de instagram) y apenas tenía interacciones. Probé de hacer un microcuento y ahí se notó la diferencia. A partir de ese momento nos juntamos con Franco Vega y creamos lo que hoy es #MórbidoArgento: una fusión de ilustraciones y letras que está gustando mucho por suerte.  

¿Influyen los límites a la hora de crear?

Sí, en estas historias cortas sobre todo. No es fácil crear algo que no esté ya escrito por otra persona, eso como primer punto, y después está el tema de los clichés y las historias aburridas que dejan ver el final en las primeras palabras. En internet hay de todo, el tema es destacarse, en ese terreno queremos jugar nosotros.

¿Nos podés contar algún proyecto que esté en camino?

Primero que todo está el trabajo en conjunto que estamos haciendo con el Colectivo Editorial De La Fosa, dentro de esto está la segunda parte de mi saga Juvenil Penumbria y a la par de este proyecto está la corrección de la novela Luz Muerta, junto a Franco Vega y, en simultáneo, está en un cincuenta por ciento la escritura de otra novela junto a Sebastián Elesgaray. En breve salen algunas antologías que llevarán un relato mío y varios eventos con la editorial. Hay que estar en movimiento.

¿Cómo surgen las ideas?

No sabemos. A veces asociamos dos cosas que aparentemente no tienen relación y aparecen espontáneamente. Hay muchas técnicas narrativas para generar argumentos, pero es mejor cuando salen aparentemente de la nada.

¿Por qué eligieron hacer cuentos ilustrados?

Era un nicho poco explotado, y que responde a la inmediatez que exigen las redes. Nos salió redondo.

¿Cómo es el proceso de las ilustraciones?

Es lo más rápido posible. Base a lápiz, el entintado casi todo Pentel Brush y, una vez listo, se escanea y se da color con Photoshop -a veces se añade alguna textura-. Al final se rotula y sale. El proceso total para Mórbido dura unas 3 o 4 horas. Para Bestiario es más rápido, pero es básicamente igual.

Ahora seguimos con Manuel Villeda, un escritor de terror y fantasía que publica sus cuentos en @mundo.de.terror y sus historias por whatsapp en  @terror.por.whats

¿Cuándo fue que empezaste a escribir microficción de terror?

Escribo terror desde siempre, aunque ese “siempre” implica historias de texto más o menos extensas. Empecé con las historias cortas cuando me di cuenta que los textos breves llegan a más lectores. Eso me llevó a crear historias minúsculas en texto, que en la red tienen mayor interacción. Pero, al hacer esto no busco simplemente mayor alcance, más bien es con afán o esperanza de que aquellas personas no acostumbradas a la lectura, al leer estas microficciones, como les llamas tú, sientan deseos, se motiven y se atrevan a leer algo más extenso que una historia de una simple imagen. Se puede decir que hago estos microrelatos buscando fomentar la lectura.

¿Crees que la lectura 2.0, por llamarle así, ya tiene su lugar?

No me cabe duda de ello. Y es que la gran mayoría de la nueva generación se vuelca al internet para casi todas sus actividades, donde la lectura no está excluida, sino más bien está en buena posición. La lectura en la red presenta enormes ventajas, como lo es compartir en todas las plataformas sociales, genera interacción, recomendaciones, debates, mayor cercanía entre escritor y lector, entre otras ventajas. Así que sí, tiene su lugar, y eso me gusta.

¿Cómo preparas una historia que entre en una sola imagen?

El proceso se parece bastante a planear una historia más extensa. Por lo general pienso en un principio y un final, aunque en lugar de imaginar un gran nudo, pienso en unas cuantas palabras que me lleven del inicio al desenlace, aunque claro, muchas de estas historias cortas no tienen un desenlace claro sino más bien un final abierto, al menos en mi caso, pero es algo que me gusta hacer, dejar que la imaginación del lector desarrolle un final.

¿Influyen los límites a la hora de crear?

Por supuesto. No es lo mismo ponerte a escribir una historia cuyo límite son diez mil palabras y otra en la que debes ocupar sólo cincuenta. La primera te da libertad de incluir detalles, de explicar por qué o quién se llega a tal situación. En una historia corta por lo general te remites directamente a la situación y a dar un desenlace. Por ejemplo, en una historia de muchas líneas puedes explicar por qué el niño no tenía piernas, en la corta te limitas a decir que el niño no tenía piernas.

Por un lado haces microrelatos y por otro historias de whatsapp. ¿Dónde te sentís más cómodo?

Te diré que un microrelato se puede hacer en cinco minutos si tienes una idea clara de lo que pretendes lograr, pero es tan limitada en palabras que a veces no hay otra opción que obviar detalles que para uno son importantes en la historia, de manera que al terminar a veces te queda un regusto de que la historia no quedó completa. Por otro lado, las historias de whatsapp, cuya mayor limitante es que casi siempre la historia tiene que ser una conversación, te da más libertad a la hora de incluir detalles que enriquecen la narración y dan una perspectiva más amplia de lo que ocurre en la historia. Así que respondiendo tu pregunta: claro que me siento más cómodo con las historias de whatsapp. Aunque siempre preferiré las de texto tradicional, cuya libertad para desarrollar una historia es inigualable. 

¿Nos podés contar algún proyecto que esté en camino o en futuro próximo?

Proyectos tengo varios, pero el más serio implica el sueño de ver publicada mi primera novela de terror. Ahora mismo tengo terminado el borrador, pero me llevó tanto tiempo terminarlo que la edición también me está costando tiempo, muchos detalles que olvidaba y en los que decía “cuando la revise los corrijo”, resulta que no es tan sencillo. Otras ideas hay, pero mientras no pueda vivir de escribir, el tiempo que puedo dedicar a ellas es más bien limitado.

Con esto damos por terminada la primera entrega de TERROR 2.0. Si conocen algún escritor o escritora que se dedique a publicar en las redes sociales o en sitios web, dejen su comentario porque pronto estaremos ampliando esta sección.

Esta entrada tiene 6 comentarios

  1. micaela

    Sigo a Manuel Villeda en todas sus redes sociales y sus historias son adictivas, mi favorita «El Exhumador». Gracias Manu

  2. Nara

    Manuel villeda es un escritor excelente! No me pierdo ni uno de sus relatos y espero con ansias la publicacion de su novela

  3. Michell Varon

    Manuel Villeda, eres increíble con cada una de tus historias, realmente envuelves a la persona en ella, me haces imaginar q estoy ahí viendo cómo pasa todo. Felicidades

  4. George Valencia

    Excelente artículo. Me ha encantado.
    Es impresionante lo mucho que evoluciona todo y cómo incluso las redes sociales y la tecnología han terminado influyendo en el proceso de escritura.
    Pero lo mejor es esto: ¡Sebastián y Esteban escribiendo una novela juntos! Uuauuu!!! La esperaré con ansias! Saludos!!!

  5. Agustina

    Amo lo que hace Daniela Anselmo!! Es fuera de este mundo, muy profundo y sus finales te vuelan la cabeza. Siempre te deja pensando y te provoca muchas emociones… Definitivamente mi escritora preferida!!

  6. Nai

    Tras haber leído Las crónicas sobrenaturales de Milena Crow de Mauro Croche empecé a chusmear su instagram y la verdad que disfruté mucho de los microrrelatos que leí! No conocía a los demás escritores así que por supuesto que voy a pasarme por sus páginas. ¡Muy buena la nota!

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