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Cloacina, de Matías Bragagnolo

Cloacina es una novela del escritor argentino Matías Bragagnolo, publicada en el 2022 por parte de la editorial Del Fondo.

Contratapa de Cloacina

Una niña.

Padres adoptivos.

Un periodista.

Y la Deep Web.

Cuatro elementos que se conjugarán para hacer una historia de horror.

Greta, una niña de 8 años, es adoptada por Armando, un soltero depresivo y bonachón. Sin embargo, hoy Armando está preso y su hija desapareció sin dejar rastros.

En otra casa, Victoria es adoptada por un matrimonio. Sin embargo, hoy están todos muertos.

¿Será esta niña, también llamada Cloacina, la responsable de todo?

Carlos Palombo, un periodista sin demasiados escrúpulos, sabe de las actividades de esta perversa mujer, que haciéndose pasar por niña, se vincula al mercado de la pornografía infantil. Y es en ese inframundo donde se sumerge, a riesgo de toparse con un laberinto de depravación y peligro, que bien podría llegar a convertirlo en una presa de la misma Cloacina.

Cloacina

Reseña

Leyendo la sinopsis, uno no puede evitar asociar a Cloacina con Esther, protagonista de la película La huérfana. Menos aún cuando incluso la portada también aporta a ello. Y el autor no lo oculta: a lo largo de la novela, tres personajes, en tres circunstancias distintas, hacen referencia a dicho film. Sin embargo, más allá de la existencia de una siniestra mujer con cuerpo de niña como protagonista/antagonista, Cloacina hace su propio camino con respecto a La huérfana. Ya de por sí en la contratapa del libro nos dicen que en la novela hay una nena que en realidad no es una nena, por lo que no hay sorpresa ni plot twist con respecto a eso (como sí ocurre en la película antes mencionada).

La cosa es así: Armando De Souza está deprimido y, por sugerencia de una especialista, decide adoptar a una niña. La idea era que le devolviera las ganas de vivir. Sin embargo, tiempo después, y a causa de unos videos que circulan por internet, Armando se ve involucrado en un caso de pedofilia. Él afirma que su hija adoptiva resultó no ser una nena, y que la verdadera víctima es él.

El periodista Carlos Palombo se obsesionará con esta falsa niña, e intentará dar con su paradero. Incluso si, para ello, deba sumergirse en los pantanos más putrefactos de la web.

Así se da inicio al primer caso que nos presenta esta novela, cuyo hilo conductor es la pornografía infantil. Más precisamente, su mercado en la dark web (internet oscura): no hablamos solo de abuso a menores, sino de la grabación de dicho abuso para su posterior comercialización.

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Estructura y personajes en Cloacina

Esta novela tiene varios puntos interesantes. En primer lugar, la manera en la que está contada. Para nada lineal, Bragagnolo nos narra esta historia de forma fragmentada, recurriendo a distintos medios. Así, nos vamos enterando de todo lo sucedido alrededor de Cloacina a partir de una carta, un documental, notas periodísticas, mails, chats, audios de WhatsApp, videos, telegramas y hasta una sentencia judicial.

Esto contribuye a que lo que se cuenta tenga más cuerpo. Son muchas personas involucradas en una serie de hechos que tienen a una supuesta nena como principal incógnita. Y, como es de esperarse cuando hay muchas voces intervinientes, habrá discrepancias entre ellas.

Otra cosa a destacar es que, al tratarse de un caso narrado a partir de una multiplicidad de voces, el autor le da una impronta propia a cada una de ellas. Los distintos personajes que aparecen tienen una personalidad que los diferencia entre sí, y modos de hablar que difieren de los demás. La fiscal no habla igual que el periodista, el comisario no habla como el abogado, la psiquiatra no habla como una vecina del barrio.

Y también merece ser resaltado el trabajo que hay detrás de este libro. Es una novela de investigación. Pero también Bragagnolo deja en evidencia que investigó mucho para poder concretarla. Hay una jerga y un vocabulario técnico de los cuales el autor se vale para hacer más verosímil esta historia. Hay conceptos que con toda seguridad se nos escapan a gran parte de los lectores, y que el autor utiliza (añadiendo notas al pie de página cuando es necesario) para hacer más creíble todo.

Narrada de manera inteligente, en Cloacina intervienen todos los personajes que deben intervenir para que un caso policial esté completo: victimarios, víctimas, periodistas, autoridades policiales, funcionarios públicos, personal judicial, etc.

Cloacina: una novela fuerte

Se supone que uno disfruta más una historia cuanto más se puede identificar con ella en algún punto. Por ejemplo, cuando se logra empatizar con alguno de sus personajes. En este caso, la historia se disfruta a pesar de no poder empatizar con nadie.

Tanto el periodista Carlos Palombo como la perversa falsa niña Cloacina generan rechazo. Sí es cierto que ambos hacen aunque sea una cosa que el lector podrá aplaudir, pero nada más. Todos los personajes de este libro están sucios.

Como uno puede imaginarse, el tema por excelencia que subyace detrás de estas 190 páginas es la justicia. Y hablar de justicia es hablar del bien y del mal, de lo que estamos dispuestos a hacer y de lo que no… Y, por qué no, de lo que nos gusta y de lo que nos desagrada. En Cloacina, todos los límites se desdibujan, se entremezclan, desaparecen y vuelven a crearse con nuevas características. Bragagnolo nos presenta un submundo de delincuencia y depravación, en el cual los límites morales o legales no existen.

La contratapa advierte: “La novela contiene relatos y vocabulario que pueden herir la sensibilidad del lector. Para mayores de 18 años”. Me parece bien la aclaración, ya que no estamos hablando tan solo de situaciones que le puedan dar mucho miedo a un niño, ni de una violencia explícita que no escatima en sangre. Acá estamos ante un alto grado de contenido sexual, combinado con un alto nivel de perversión.

Posiblemente sea el libro más fuerte que haya leído.

Catalogada como policial negro/terror, Cloacina mantiene al lector asqueado, espantado e intrigado de principio a fin.

Sobre el autor

Bragnolo

Matías Bragagnolo nació en La Plata, Argentina, en 1980. Publicó las novelas Petite Mort (Extremo Negro, 2014-Argentina / 2015-España; finalista de los concursos Laura Palmer no ha muerto en 2010 y Extremo Negro – BAN! en 2013) y El brujo (Extremo Negro, 2015), La balada de Constanza y Valentino (La otra gemela, 2018), El destino de las cosas últimas (Indómita Luz, 2018) y Dormiré cuando esté muerto (Del Fondo, 2021).

Cuentos y ensayos académicos suyos han sido publicados en antologías, revistas y diarios.

En 2015 dictó en Espacio Enjambre un seminario sobre la técnica literaria del cut-up. Colaboró en 2018 con la columna Literatura sin límites para el programa de radio El sonido y la furia. Escribió ensayos sobre música, literatura y cine para el diario Perfil y la revista Metacultura.

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